Foto: Irving Underhill |
Por Erick Alvarez
Para 1929 la zona de la Calle 57 se mostraba como una
zona comercial de primer orden y para ese momentos los rascacielos comenzaban a
mostrar el poderío económico y artístico de esa calle, considerada las más
elegante de la ciudad de Nueva York. Sin embargo, un gigantesco rascacielos Art
Decó se convertiría en el rey de la Calle 57: el Fuller Building.
Localizado en el número 41 de la Calle 57 Este, en la
esquina noreste con la avenida Madison, el Fuller Building es un gigantesco
rascacielos de 42 pisos construido por la compañía constructora Fuller para
alojar sus oficinas general
Flatiron Building (Daniel H. Burnham) en 1902. Foto: Anónimo |
La
Fuller Construction Company, una constructora en ascenso
El origen del rascacielos Fuller se remonta a principios
del siglo XX, cuando la compañía Fuller, fundada en Chicago en 1882 por George
Allon Fuller (1851-1900), la mayor firma de constructores de los Estados Unidos
en su época, comisionó al arquitecto Daniel H. Burnham la construcción del
famoso Flatiron Building (1902. Click para ver el artículo) para alojar sus
oficinas. Durante los siguientes 25 años, la compañía Fuller se hizo
responsable de dirigir la construcción de la mayoría de los rascacielos que
transformaron el perfil de Manhattan, y sus operaciones se incrementaron con el
boom de la construcción de la década de 1920.
Hacia 1928, el Flatiron Building fue insuficiente para
cubrir las necesidades de una compañía constructora en constante expansión y
ante tal necesidad la compañía Fuller decidió erigir un nuevo edificio que
cubriera sus operaciones, y decidió mudarse al norte de la ciudad, al distrito
de la Calle 57
Walker & Gillette
La Fuller Construction Company contrató a la firma de arquitectos
Walker & Gillette para el diseño de su nuevo edificio de oficinas. La firma
fue fundada en Nueva York en 1906 por los arquitectos Stewart Walker
(1876-1952) y Leon Gillette (1878-1945). El primero graduado de la Escuela de
Arquitectura de la Universidad de Harvard (1898); el segundo procedente de la
Ecole des Beaux Arts de Paris (1901-1903), y durante sus primeros veinte años
de carrera la firma se había especializado en el diseño de lujosas mansiones y
edificios bancarios, muchos de estos edificios dentro de la corriente
Beaux-Arts. Muchas de sus obras se ubican dentro de Nueva York, pero también
incluyen edificios de oficinas en países de América Latina como Puerto Rico,
Argentina (Buenos Aires), Cuba (La Habana) y Panamá, así como en Francia
(París).
Uno de sus primeros edificios Art Decó se encuentra en la calle
Cortland 22, el edificio del Immigrant Savings Bank (que hoy aloja a la tienda
departamental 21 Century), en el Distrito Financiero. El nuevo edificio para la
Fuller Construction Company sería para Walker & Gillette su primer
rascacielos.
El
Fuller Building y la ley de Zoning
La construcción del Fuller Building se realizó dentro del
contexto del boom de la construcción de rascacielos que experimentó la ciudad
de Nueva York, en la segunda mitad de la década de 1920, y que, como
mencionamos en un artículo anterior, su campo de acción se concentró sobre todo
en el distrito de Midtown Manhattan.
Walker & Gillette diseñaron un edificio de 41 pisos
tomando en cuenta las restrictivas normas impuestas por la Ley de 1916. Partiendo
de una base que ocupa los primeros once pisos, la serie de escalones que
reducen la superficie del rascacielos hasta llegar al piso 21, de donde parte
una esbelta torre que alza al edificio hasta el piso 41 para rematar finalmente
en un remate que combina elementos artísticos egipcios y prehispánicos,
especialmente de la arquitectura azteca.
Art
Decó hasta su máxima expresión
Arquitectónicamente hablando, el Edificio Fuller lleva al
Art Decó a una de sus más bellas expresiones, donde podemos ver el trabajo de
Walker & Gillette en el manejo de los materiales como la terracota, la
piedra caliza y el granito negro y blanco.
Imagen reciente del onjunto escultórico en la puerta de entrada al Fuller Building. Foto: Anónimo. Fuente: New York Architecture.com. |
Así uno de sus mayores atractivos se encuentran en la
base, en los primeros seis pisos, cuya fachada de amplios ventanales revestidos
en granito negro y los paneles de bronce que cubren las losas de los pisos dos
al cinco, y que están ricamente decorado con motivos Art Decó como zig-zags que
hacen referencia a la rapidez y el movimiento característicos de la famosa “Era
del Jazz”. El gran tamaño de los ventanales (influenciado en parte por la nueva
corriente del Estilo Internacional impulsada por el movimiento de la Bauhaus alemán)
se diseñó para alojar en su interior galerías de arte y tiendas. En la base ostenta
al centro un elegante conjunto escultórico diseñado por el escultor Elie Nadelman
que representa a los trabajadores de la construcción levantando el nuevo perfil
de la ciudad, simbolizando el trabajo de la compañía constructora Fuller.
A partir del séptimo piso y en los siguientes niveles, el
rascacielos presenta bandas horizontal
Del piso séptimo al veinte el rascacielos comienza a
jugar con los retranqueos (la base termina en el piso 11). Esta parte del
edificio revestida en piedra caliza juega con los elementos ornamentales
verticales y horizontales y combina los grandes ventanales horizontales en la
parte central, continuación del juego de ventanales de la base y las pequeñas
ventanas que acentúan las líneas verticales típicas del rascacielos Art Decó
creando puntos de tensión que acentúan la estética del edificio, mientras se
avanza en los retranqueos hasta llegar a la base de la torre.
En la torre que se alza 20 pisos sobre el cuerpo
principal del edificio y que lo eleva a 150 metros está revestida totalmente en
piedra caliza y también encontramos elementos de tensión entre las líneas
verticales y horizontales que crean los relieves que dividen los juegos de pequeños
ventanales, aunque aquí predominan las líneas verticales que se acentúa en la parte
central de las tres caras principales de la torre. Este juego se repetiría un
año después en el Chrysler Building de William Van Allen.
Al llegar al final de la torre (piso 40) comienza el
intricado diseño Art Decó del remate del edificio, una corona en forma de
zigurat (pirámide escalonada) diseñada en granito negro y blanco y que presenta
motivos de la cultura precolombina y egipcias con bandas horizontales, en
zig-zag, triángulos, estrellas y discos
solares, cuyos rayos apuntan a los cuatro puntos cardinales en la parte central
de cada uno de los cuatro lados del remate de la torre.
La torre y su famoso
remate, uno de los más bellos ejemplos del Art Decó estadounidense se convirtió
rápidamente en el sello distintivo del Fuller Building y que lo identificaría
como símbolo corporativo durante las seis décadas y media en que la compañía
ocupó el rascacielos. La fama del Fuller Building transcendió las generaciones
de arquitectos y, por ejemplo, el juego de líneas horizontales y verticales del
rascacielos sirvieron de influencia para William Van Allen al momento de
diseñar el Chrysler Building, poco tiempo después, y a comienzos de los años
noventa el arquitecto I.M. Pei se inspiró en este edificio para diseñar el
imponente rascacielos de 55 pisos del hotel Four Seasons (1993), en la que el
arquitecto afirma, es un homenaje a su vecino de 1929.
BIBLIOGRAFÍA
-Fuller
Building: Landmarks Preservation Commission. New York, 18 de marzo de 1986. Disponible
en el sitio de Neighborhood Presevation Center (Nueva York).
-Nash Eric P. Manhattan
Skyscrapers. New York. Princeton Architectural Press. 1999. Pág. 53.
-Stern, Robert A.M. Gilmartin, Gregory. Mellins,
Tomás. New York 1930. Architecture and
Urbanism between the Two World Wars (Nueva York. Rizzoli. 1987).
-Fuller
Building. New York Architecture.com (Click para ver artículo).
Muy interesante. Aunque yo soy más experto en los de Benidorm.
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