domingo, 30 de agosto de 2020

ESPECIAL, SEDE PERMANENTE DE LAS NACIONES UNIDAS. Capítulo 1. 1950: el Edificio del Secretariado (Parte 1: 1945-1947: La selección de la Sede Permanente y el diseño de los edificios)


Por: Erick Alvarez

Comenzamos la serie especial sobre el conjunto de edificios que componen la sede permanente de la Organización de las Naciones Unidas. Localizada en un enorme rectángulo entre la Primera Avenida (en este tramo llamada United Nations Plaza) y las calles 42 y 48, la sede permanente de la O.N.U. es un conjunto compuesto de cuatro edificios principales cuya construcción abarca de 1947 a 1961, aunque de manera oficial, los tres principales edificios del plan original se completaron de 1950 a 1952 y el edificio de la biblioteca se terminó en 1961.

Abrimos el primer capítulo de esta serie con el edificio del Secretariado, que fue el primer edificio en terminarse del conjunto, en 1950. Sin embargo, tenemos que hablar del proceso que precedió a su construcción, y para ello tenemos que trasladarnos hasta el momento mismo de la fundación de la O.N.U. 

La fundación de la Organización de las Naciones Unidas

En la etapa más negra de la Segunda Guerra Mundial, cuando parecía que el Eje fascista avanzaba por Europa, el 12 de junio de ese año los representantes de Gran Bretaña, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión de Sudáfrica y de los gobiernos en el exilio de Bélgica, Checoslovaquia, Grecia, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega, Polonia, Yugoslavia y del General de Gaulle de Francia, se reunieron en el Palacio de St. James, en Londres y firmaron la Declaración del Palacio de St. James, la cual estipulaba que: “La única base cierta de una paz duradera radica en la cooperación voluntaria de todos los pueblos libres que, en un mundo sin la amenaza de la agresión, puedan disfrutar de seguridad económica y social; nos proponemos trabajar, juntos y con los demás pueblos libres, en la guerra y en la paz, para lograr este fin”.

El 14 de agosto de 1941 el primer ministro británico Winston Churchill y el presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt se reunieron en el buque U.S.S. Augusta para firmar la Carta del Atlántico, donde se establecieron ocho puntos para alcanzar la victoria aliada y, por lo consiguiente, la paz. De esos puntos, dos de ellos proponían la creación de un nuevo órgano internacional para la preservación de la paz, aunque todavía no se contemplaba sustituir a la existente Sociedad de Naciones. El 24 de septiembre, en Londres, los representantes de diez países se unieron a la Carta del Atlántico: la Unión Soviética, Bélgica, Checoslovaquia, Grecia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, Yugoeslavia y el del general De Gaulle, de Francia.

El 1 de enero de 1942, representantes de 26 naciones aprobaron la "Declaración de las Naciones Unidas". En este trascendental documento, los signatarios se comprometían a poner su máximo empeño en la guerra y a no firmar una paz por separado. En esta declaración participaron por primera vez países de Latinoamérica. En Nueva York, con motivo de la Declaración de las Naciones Unidas, las banderas de los 26 países firmantes se ondearon por vez primera en la plaza del Rockefeller Center. Poco tiempo después, se unieron 21 países más, entre los que se encontraban México, Colombia, Venezuela, entre otros. Tras las reuniones que tuvieron los representantes de Estados Unidos, la Unión Soviética y Reino Unido, durante 1943, tanto en Moscú como en Teherán, se manifestó la necesidad de crear un nuevo organismo que vele por el mantenimiento de la paz. En la conferencia de Yalta celebrada en febrero de 1945, se resolvió que los países que firmaron la Declaración de las Naciones Unidas se reunieran en San Francisco en una conferencia donde se preparará una carta para dicha organización.

Firma de la Carta de las Naciones Unidas en San Francisco, el 26 de junio de 1945. Foto: United Nations Archives/Flickr.

Así, del 25 de abril al 26 de junio de 1945, los representantes de 50 naciones se reúnen en San Francisco para trabajar en la redacción de la Carta de las Naciones Unidas. Después de dos meses de intensos trabajos, controversias y correcciones; finalmente la carta fue firmada por todos los asistentes el 26 de junio, y será el documento fundamental que dará origen a la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.). Sin embargo, la existencia de las Naciones Unidas no se inició al firmarse la Carta, ya que en muchos países ésta tuvo que ser sometida a la aprobación parlamentaria. 

Las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios.

Para el eficiente funcionamiento de la O.N.U., se estableció que su organización sería de la siguiente manera: 

  • a) La Asamblea General que se encargará de estudiar y resolver los conflictos internacionales dentro del marco jurídico y político de la organización. De ella dependerán el Consejo de Seguridad, que se encargará de emitir las resoluciones de los asuntos de seguridad internacional, el Consejo Económico y Social, encargada de analizar y resolver las problemáticas sociales y económicas; así como del Consejo de Administración Fiduciaria, encargada de apoyar a la descolonización de los territorios en Asia, África y Oceanía a través del régimen de territorios en fideicomiso (este consejo cesó sus operaciones en 1994). 
  • b) La Corte Internacional de Justicia; que será la encargada de resolver por medio de sentencias las disputas que le sometan los Estados miembros de la O.N.U., y emitir dictámenes u opiniones consultivas para dar respuesta a cualquier cuestión jurídica que le sea planteada por la Asamblea General o el Consejo de Seguridad.
  • c) Finalmente todas las áreas que conforman la O.N.U. (y las organizaciones que se crearon después), quedaban agrupadas por una entidad administrativa: la Secretaría, que entre sus competencias se encuentra la de convocar el Consejo de Seguridad, la Asamblea General, el Consejo Económico y Social y otros organismos de la O.N.U.

Nueva York, capital del mundo.

Inmediatamente a la fundación de la O.N.U., comenzó la tarea de elegir la sede permanente para la nueva organización.  En diciembre de 1945, el Congreso de Estados Unidos había invitado a las Naciones Unidas a establecer su sede en su territorio y los Estados miembros decidieron aceptar esa hospitalidad en febrero de 1946, durante las discusiones de la primera sesión de la Asamblea General, que examinó las ofertas de muchos otros países. Los Estados Unidos ya comenzaban a saborear los frutos de su victoria tras la Guerra; y al asumir su rol hegemónico en el contexto geopolítico internacional, era evidente que sería el país anfitrión de la nueva organización.

Meses más tarde, un comité de la ONU estudió la posible ubicación del organismo en Filadelfia, Boston, San Francisco y otras ciudades estadunidenses que expresaron rápidamente su interés de acoger a las Naciones Unidas. Nueva York, una de las opciones, fue la elegida y se analizaron áreas suburbanas al norte de la metrópoli.

El antiguo Pabellón de la Ciudad de Nueva York, residuo de la Feria Mundial de 1939-1940, en Flushing-Meadows, Queens, fue acondicionado
como sede temporal para la Asamblea General de las Naciones Unidas. La glorieta indica el sitio donde se encontraba la Perisfera y el Trylon.
 Foto: Skyviews Aerial Surveys.

La selección de Nueva York para la sede permanente de la O.N.U. llegó a buen término gracias al trabajo realizado por el decidido grupo de importantes políticos y empresarios locales, entre los que estuvieron figuras como Grover Whalen, Thomas J. Watson y el empresario Nelson Rockefeller, así como los esfuerzos coordinados por el poderoso Comisionado de Parques de la ciudad, Robert Moses, y el alcalde William O' Dwyer, quienes armaron instalaciones interinas aceptables. Su permanente cortejo del comité de la sede interina de las Naciones Unidas, resultó en que las primeras reuniones de la Organización se realizaron en múltiples sitios, en toda el área de Nueva York.

Edificio de oficinas ubicado en Lake Success, en el condado de Nassau, en Long Island, donde se instalaron las oficinas provisionales del
 Secretariado de las Naciones Unidas. Foto: Tarjeta postal de autor desconocido.

Durante el resto de 1946 reinó la competencia entre las autoridades locales para impulsar un terreno adecuado para las actividades de las Naciones Unidas. La competencia se cerraba entre instalar la sede permanente en los terrenos donde estuvo la Feria Mundial de 1939-1940 en Flushing Meadows, los suburbios al norte del Bronx, o unos terrenos que el millonario John D. Rockefeller, Jr., recién compró al empresario William Zeckendorf, en el centro de Manhattan. 

Visitantes admiran la maqueta del anteproyecto propuesto por Wallace K. Harrison y Louis Skidmore para la Sede Permanente de las Naciones
 Unidas en Flushing Meadows Park. 1946. La instalación se colocó en la sede provisional en el Pabellón de la Ciudad de Nueva York.
Foto: United Nations Archives.

Mientras tanto, las actividades administrativas de las Naciones Unidas se instalaron provisionalmente en un edificio ubicado en Lake Success, en el condado de Nassau, mientras que la Asamblea General se instaló en el antiguo edificio del pabellón de la Ciudad de Nueva York, una de las pocas construcciones que se conservaron de la Feria Mundial de 1939-40, en el centro del parque Flushing-Meadows.

El barrio de mataderos en Turtle Bay, en Midtown Manhattan, adquirido por John D. Rockefeller, Jr. y posteriormente donado a las Naciones
 Unidas, en esta imagen captada hacia el norte, desde Tudor City, a comienzos de 1947.. El terreno, que había sido adquirido por Rockefeller
al empresario William  Zeckendorf, está ubicado entre la Primera Avenida, Franklin Delano Roosevelt Drive, y las calles 42 y 48.  El edificio
en construcción en primer plano es el edificio de la New York Housing Authority. Foto: United Nations Archives/Flickr.

Finalmente, el millonario John D. Rockefeller, Jr., (quien fue representado por su hijo Nelson) ofreció obsequiar un terreno de 7,3 hectáreas en Manhattan, a la vera del río del Este (los terrenos comprados a Zeckendorf), cuando esa isla se tomó en cuenta y a finales de diciembre de 1946, la Asamblea General decidió establecer en ella su sede permanente. El predio -un área de rastros, plantas de electricidad y descargo de barcazas al final de una línea férrea- pasó a ser entonces territorio internacional fuera de la jurisdicción del país anfitrión. 

“X-City”, el primer megaproyecto de posguerra que anticipó la llegada de la O.N.U. a Manhattan

El proyecto de la "X-City" proyectado por el empresario William Zeckendorf y diseñado por el arquitecto Wallace K. Harrison. 1946,
Dibujo de Hugh Ferris. Foto: Anónimo. De: Koolhass, Rem/Traducción de Jorge Sainz. "Delirio de Nueva York. Un manifiesto
retroactivo para Manhattan".
Barcelona, Gustavo Gili, 1ª Edición, 16ª Tirada. 2016.

A principios de 1946 el empresario William Zeckendorf presentó un ambicioso proyecto inmobiliario para impulsar la zona costera del este de Midtown Manhattan. El proyecto llamado “X-City (Ciudad X)” contemplaba la construcción de rascacielos de oficinas, hoteles y restaurantes que se alzarían en un terreno de 18 acres junto al East River, entre las calles 42 y 48, la Primera Avenida y la recién construida autopista Franklin Delano Roosevelt Drive. La zona en ese entonces estaba ocupada por mataderos de ganado y edificios industriales.

Los terrenos del East River, en Midtown Manhattan, adquiridos por Zeckendorf (marcado con azul), y adquiridos por Rockefeller en 1946 y
donadas a la O.N.U. poco después. Foto: Fairchild Aerial Surveys. De: Architectural Record, Abril, 1947.

Zeckendorf había contratado al arquitecto jefe del grupo de arquitectos que diseñó el Rockefeller Center, Wallace K. Harrison, para diseñar los edificios que formarían “X-City”. Influenciado por la “Ville Radieuse” de Le Corbusier, Harrison diseñó 4 paralelepípedos de cristal de 40 pisos, para alojar oficinas; tres rascacielos de 30 pisos para alojar lujosos apartamentos, todos alineados en torno a un conjunto central con dos torres de cristal de 57 pisos, uno de oficinas y un hotel, ambos con planta semicircular que, puestas en oposición, formaban una “X” sobre una estructura semiesférica que contenía locales comerciales y un teatro que sería la futura sede para la Metropolitan Opera House. El conjunto estaría comunicado por medio de autopistas y tendría un helipuerto y un pequeño aeropuerto para el uso de sus inquilinos. Al final Zeckendorf no pudo reunir los recursos necesarios para financiar una obra de tal envergadura y tuvo que vender sus terrenos.

Vista aérea hacia el noroeste de Midtown Manhattan, captada a comienzos de 1947, con los terrenos destinados a las Naciones Unidas en
primer plano, todavía ocupados por los mataderos. Al fondo, a la izquierda, el Chrysler Building. Al centro, el Rockefeller Center. Foto:
William Fried/Skyviews Survey, Inc. De: William Fried, Edward B. Watson. "New York in Aerial Views". New York, Dover
Publications, Inc. 1980.

El 10 de diciembre de 1946 John D. Rockefeller, Jr., adquirió los terrenos de Zeckendorf e inmediatamente los puso a disposición a la Organización de las Naciones Unidas para instalar ahí su sede permanente, que finalmente se concretará durante 1947. Rockefeller mantendrá a Harrison a la cabeza del diseño del proyecto para el edificio de las Naciones Unidas en donde se retomarán parte de los diseños para “X-City” para los nuevos edificios, en donde contará con la asesoría de Le Corbusier y de Oscar Niemeyer.

El proceso de diseño: batalla de egos

El equipo de arquitectos que se encargaron del diseño de la Sede Permanente de las Naciones Unidas en las oficinas destinadas para ello en el Rockefeller Center, en 1947. Entre ellos destacan las figuras de Le Corbusier (de anteojos redondos) a la izquierda, Oscar Niemeyer (sonriendo y mirando casi de frente hacia la cámara) y Wallace K. Harrison (detrás de Niemeyer), al centro. Foto: United Nations Archives/Flickr.

En febrero de 1947 se integró un equipo internacional de arquitectos encabezados por Wallace K. Harrison (arquitecto cabeza del equipo que construyó el Rockefeller Center) y su colega, Max Abramovitz. Para ayudarles se seleccionó a una Junta Asesora de Diseño, integrada por 10 arquitectos nombrados por sus respectivos gobiernos. Los miembros de la Junta fueron Nikolai D. Bassov (Unión Soviética), Gaston Brunfaut (Bélgica), Ernest Cormier (Canadá), Charles E. Le Corbusier (Francia), Liang Seu-Cheng (China), Sven Markelius (Suecia), Oscar Niemeyer (Brasil), Howard Robertson (Reino Unido), G. A. Soilleux (Australia) y Julio Vilamajo (Uruguay). Harrison, Abramovitz y la Junta iniciaron su trabajo inmediatamente, en una oficina en el Rockefeller Center. 

Wallace K. Harrison (1895-1981, izquierda), Le Corbusier (1887-1965, centro), y Oscar Niemeyer (1907-2012, derecha). Los tres arquitectos que influyeron en el diseño de la sede de las Naciones Unidas. Fotos: United Nations/Flickr (izquierda y centro), y Pinterest (derecha).

Se crearon unos 50 diseños básicos. Los planificadores tuvieron en cuenta la estructura de las Naciones Unidas, con su Asamblea General, sus tres Consejos principales y su Secretaría permanente. Tuvieron que integrar las necesidades de las delegaciones y del personal de la Secretaría. También tomaron en cuenta el poco espacio en el que contaban. Fue precisamente esa limitación lo que determinó que la solución para alojar la Secretaría sería por medio de un rascacielos.

Sin embargo, desde la primera fase del proyecto era evidente que tanto Harrison como Le Corbusier protagonizarían una verdadera batalla de egos, en la que incluso se vería involucrado Oscar Niemeyer. 

Propuesta 23A de Le Corbusier. Foto: United Nations Archives/Flickr.

Niemeyer se encontró con Le Corbusier por petición de éste, apenas llegó a Nueva York. Sin embargo, desde el primer momento era evidente que Le Corbusier quería el protagonismo y el control total en el diseño de la sede de la O.N.U.; e incluso había estado cabildeando para promover su propio esquema 23, y así, solicitó que Niemeyer no presentará un diseño, para no hacer confusas las reuniones del consejo de diseño. Niemeyer comenzó a ausentarse de las reuniones. Solo después de que Wallace Harrison y Max Abramovitz lo presionaron repetidamente para participar y, al final, Niemeyer aceptó presentar su propuesta. 

Propuesta 32 de Oscar Niemeyer.  Foto: United Nations Archives/Flickr.

El proyecto 32 de Niemeyer fue finalmente seleccionado, pero al contrario del proyecto 23 de Le Corbusier, que consistía en un edificio para las Salas de la Asamblea General y de los otros 3 Consejos (de Seguridad, de Administración Fiduciaria y Económico y Social), en el centro del lugar (pues era jerárquicamente el edificio más importante); el plan de Niemeyer separaba los 3 Consejos de la Sala de la Asamblea General, localizando los primeros a lado del río, y la segunda sobre el lado derecho del Secretariado. Esto no separaría el lugar, pero crearía una larga plaza cívica cuadrada. 

La Propuesta 23B es una combinación de los proyectos de Le Corbusier y Niemeyer.  Foto: United Nations Archives/Flickr.

Los dos proyectos tenían en común, y en la que ambos arquitectos diseñaron, fueron dos imponentes rascacielos de oficinas con fachadas muro-cortina de cristal, siendo el del Secretariado el de mayor altura y el edificio principal. Ambos proyectos apelaban a la idea de la “Ciudad Radiante” propuesta por Le Corbusier que proponía rascacielos de cristal colocados entre enormes espacios verdes y conectados mediante autopistas.

Perspectiva aérea realizada a carbón por Hugh Ferris, en 1947, donde se muestra la propuesta definitiva de la Sede Permanente
de las Naciones Unidas inserta en el perfil urbano de Midtown Manhattan. Foto: Anónimo. De: Architectural Record, agosto
de 1947.

Al final, los esfuerzos de Le Corbusier de controlar todos los aspectos del diseño de la sede permanente de la O.N.U. fueron en vano. Harrison, desde un principio, con sus influencias (era amigo personal de la familia Rockefeller, quienes compraron el terreno y lo donaron a la O.N.U., así como de Robert Moses), mantuvo el control total de todo el proyecto, desde la selección de las propuestas hasta las cuestiones de logística, publicidad y cabildeo. El proyecto final fue una mezcla de los diseños de Le Corbusier y Niemeyer y se optó por poner al edificio de la Asamblea General al norte del conjunto, el edificio de las Conferencias en el centro, junto al East River, y el Secretariado al sur, cerca de la Calle 42. El diseño final del proyecto comenzó a tomar forma durante 1948, y en ese mismo año, Le Corbusier, indignado por quedar relegado de la administración del proyecto, regresa a París.

Perspectiva aérea a carbón realizada por Hugh Ferris, en 1947, donde se aprecia el aspecto definitivo de los edificios que conforman el
conjunto Sede de las Naciones Unidas, tras las modificaciones realizadas por Wallace K. Harrison y Max Abramovitz. Foto: United
Nations Archives/Flickr.

En el verano de 1947 comenzaron los trabajos de limpieza de los terrenos destinados a las Naciones Unidas con la demolición de los primeros edificios industriales. El único edificio que se mantuvo en el solar, sobre la Calle 42 fue un nuevo edificio de concreto armado, de siete pisos, que se estaba construyendo para alojar las oficinas de la New York Housing Authority.

El 14 de septiembre de 1948 iniciaron formalmente las obras de construcción del conjunto sede de la O.N.U. con el comienzo de las excavaciones para la construcción del edificio del Secretariado y poco tiempo después comenzaron las excavaciones para el resto de los edificios proyectados. Esa será la historia para la segunda parte de esta serie especial que mostraremos en la siguiente entrega.


FUENTES CONSULTADAS.

BIBLIOGRAFÍA

- KOOLHAAS, Rem. "Delirio de Nueva York". (Traducción de Jorge Sainz). Barcelona, Gustavo Gili, 1ª Edición, 9ª Tirada, 2016. Pp. 277-281.

- STERN, Robert A.M.;  MELLIN, Thomas; FISHMAN, David. "New York 1960. Architecture and urbanism between the Second World War and the Bicentennial". New York. The Monacelli Press. Segunda Edición. 1997. Pp. 601, 604-609, 612-614, 617.


FUENTES ELECTRÓNICAS

- O.N.U. “Sesenta años: Historia fotográfica de las Naciones Unidas: 1945 a 1949”. Nueva York, Organización de las Naciones Unidas. Sin fecha. Véase: https://www.un.org/es/un60/gallery/1940s.htm (Consultado el 27 de agosto de 2020.

- O.N.U., y Secretario General. “La formación de la ONU: un sueño de paz en medio de la pesadilla de la Guerra”. En Noticias ONU. Nueva York, Organización de las Naciones Unidas, 27 de enero de 2020. Véase: https://news.un.org/es/story/2020/01/1468361 (Consultado el 27 de agosto de 2020.

- O.N.U., y Secretario General. “Y la ONU echó a andar”. En Noticias ONU. Nueva York, Organización de las Naciones Unidas, 17 de febrero de 2020. Véase: https://news.un.org/es/story/2020/02/1469371 (Consultado el 27 de agosto de 2020.

- Sin autor. “Historia de la Carta de las Naciones Unidas”. Disponible en el sitio oficial de la O.N.U. Véase: https://www.un.org/es/sections/history-united-nations-charter/index.html (Consultado el 27 y 28 de agosto de 2020).

- Sin autor. “Historia de la sede de las Naciones Unidas”. Hoja informativa. Nueva York, Organización de las Naciones Unidas, 212. Versión PDF disponible en: https://visit.un.org/sites/visit.un.org/files/FS_UN_Headquarters_History_Spanish_2012.pdf (Consultado el 27 de agosto de 2020).


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