Por: Erick Alvarez
Alfred E. Smith (izquierda) y John J. Raskob (derecha). Circa 1929. Foto: Anónimo. |
El Empire State Building fue el resultado de la mente visionaria de tres hombres poderosos. Dos empresarios: John Jacob Raskob y Pierre DuPont, presidente y socio de la General Motors respectivamente. Un político: Alfred E. Smith, carismático ex gobernador del Estado de Nueva York en cuatro veces seguidas, y prominente figura política muy querida por los neoyorquinos por su origen inmigrante, su cercanía con la clase trabajadora y su férreo amor por la justicia social. Una década antes, durante su mandato, promovió una ley de derechos laborales que velaba por las condiciones salariales, sanitarias y de seguridad de los trabajadores, a raíz de las investigaciones que realizó del fatal incendio que mató a más de 140 jovencitas que trabajaban en una fábrica de ropa, cerca de Washington Square, en condiciones inhumanas.
Raskob financió la campaña presidencial de Smith, por el partido Demócrata, en 1928. Smith perdió las elecciones frente al republicano Hebert Hoover, pero fue designado presidente de la “Empire State Inc.”, para financiar el proyecto inmobiliario de Raskob. Alfred E. Smith se convirtió así, en el gran promotor del futuro Empire State Building.
Raskob, como presidente del consejo financiero de la
General Motors, aplicó su exitosa experiencia con los automóviles a su nueva
experiencia inmobiliaria, al entender que, como los automóviles, el rascacielos
tenia que ser un producto de calidad superior. El historiador Donald M. Reynolds
(1984) afirma que “Raskob entendía la importancia de producir un producto
superior por la complejidad de promover un nuevo producto y la necesidad de
tener a la gente correcta para impulsarlo hasta ese fin. Esta fórmula la aplicó
con gran éxito en el nuevo edificio de la Quinta Avenida y la Calle 34 en el
tiempo en que los Estados Unidos experimentaba la peor crisis económica de su
historia, y él produjo no sólo el edificio más alto del mundo sino el más
famoso y recordado rascacielos jamás construido. Actualmente hay otras
estructuras comerciales que han alcanzado grandes alturas, pero el Empire State
Building se mantiene como el ícono que se niega a renunciar a su significado especial”
(Reynolds, 1984. Pág. 241).
Hay que señalar que el Empire State Building se concibió
en 1929, al final de una etapa de aparente prosperidad económica y de
especulación inmobiliaria. Cuando el rascacielos estaba en la mesa de diseño,
los Estados Unidos entraban en la Gran Depresión, el peor desastre financiero
que haya experimentado en su historia y pronto la falta de dinero afectaría a
la industria de la construcción. No había dinero, y por lo tanto el capital era
escaso. El capital se consiguió gracias al patrocinio de Smith y a la General Motors , pero de pronto
surgieron los problemas técnicos.
Concibiendo un rascacielos
El terreno que dejó el Waldorf-Astoria era muy pequeño
para la envergadura del proyecto, y las leyes locales impedían que la
construcción absorbiera calles adyacentes. Además, la Ley de Zonificación de
1916 estipulaba serias restricciones para la construcción de edificios, pues
permitía la construcción de hasta 38 metros de altura directamente de la calle.
La altura máxima sólo se podía alcanzar en el centro de la superficie base,
sobre un poco más de una cuarta parte de la misma; lo que significaba que para
construir un rascacielos de 40, 50 pisos o más éste tenía ser escalonado para
permitir el paso de la luz solar a la calle y a los edificios adyacentes. Por
ultimo, considerando los problemas de superficie y diseño, parecía imposible
construir un edificio tan alto en una superficie muy pequeña con un presupuesto
de aproximadamente 60 millones de dólares.
Raskob, sabía de estos problemas y para esto fue muy
cuidadoso al seleccionar a los arquitectos e ingenieros que iban a construir su
obra. Para resolver los problemas técnicos, del Empire State Building, Raskob
contrató a la firma de constructores Starrett Brothers and Eken (constructores
del Bank of Manhattan Building, en construcción en ese momento), y para el diseño del rascacielos, se encomendó
a la nueva firma de arquitectos: Shreve, Lamb & Harmon Associated
Architects, quienes calculando la superficie total del terreno, que era de 200 pies en la Quinta
Avenida, por 425 pies
en la Calle 34, por el costo real de cada metro cúbico, obtuvieron que el nuevo
edificio tendría 36 millones de metros cúbicos. Es decir, que era posible, con
las especificaciones de la Ley de Zonificación de 1916 y con el tamaño de la
superficie, construir un edificio de más de 80 pisos, es decir, que el Empire
State podría ser el edificio más alto del mundo, y entrar en la reñida carrera
por el cielo, del que en ese momento pugnaban los edificios Bank of Manhattan
(Henry Craig Severance-Yasuo Matsui, 1930) y Chrysler (William Van Allen, 1930) que se estaban construyendo al mismo tiempo.
Shreve, Lamb
& Harmon.
Shreve, Lamb and Harmon, la nueva firma contratada por
Raskob era la sociedad creada por William Frederick Lamb, “hijo de un
constructor neoyorquino, que se graduó de arquitecto por la Universidad de
Columbia, en Manhattan y por la Ècole des Beaux-Arts de Paris, quien hizo pareja profesional con Richmond
Harold Shreve, quien estudió arquitectura en la Universidad Cornell y comenzó
su carrera con la firma Carrère and Hastings. El arquitecto Arthur Loomis
Harmon se unió a la pareja in 1929 para formar la firma Shreve, Lamb and
Harmon. Harmon estudió arquitectura en la Universidad de Columbia y trabajó
primero con la firma McKim, Mead and White antes de trabajar de manera
independiente” (Reynolds.1984. Page 242).
Antes de formarse como asociación, Shreve y Lamb
trabajaron con Carrère and Hastings en la construcción del rascacielos de
estilo neoclásico sede de la empresa petrolera Standard Oil, en el 26 de
Broadway, cerca de Battery Park, en 1923-1926; y también son autores de la sede
de Columbus Circle de la General Motors, de 1928, de donde conocieron a Raskob.
Arthur Loomis Harmon, como arquitecto independiente es autor del Hotel Shelton,
construido en 1923-1924 en Lexington Avenue y la Calle 48. Recién formada la
sociedad, y mientras el proyecto del Empire State tomaba forma, Shreve Lamb
& Harmon concretaron su primer proyecto junto con el empresario Abraham E.
Lefcourt: el Lefcourt Building, rascacielos de 40 pisos construido en 1929 en
la esquina noreste de la Quinta Avenida y la Calle 43 cuyas líneas Art Decó ya
apuntaban hacia el diseño que tendrá su obra maestra poco después.
El
capricho de Raskob.
Una vez resueltos los problemas técnicos y
presupuestales, Shreve, Lamb & Harmon se enfrentarón a otro reto: el Empire
State Building debía de ser un rascacielos estéticamente bello. La firma se inspiró,
para el diseño vertical de las ventanas de la fachada en el diseño modernista
del Edificio Daily News, de Raymond Hood, en ese entonces, todavía en construcción,
y tras presentar 15 propuestas, el diseño final del edificio se presentó a
finales de 1929: La Propuesta “K”: un gigantesco rascacielos de 86 pisos, con
la forma que todos conocemos, y más de 1050 metros (320 metros ) de altura.
En esta versión original, el Empire State Building era un poco más elevado que
el Edificio Chrysler. Al ver la maqueta, Raskob sugirió a los arquitectos que
“lo único que necesita este edificio es un sombrero”.
El famoso “sombrero” de Raskob resultó ser una aguja Art
Deco que se diseñó como mástil de amarre para dirigibles, y que al terminarse
el edificio no sirvió para nada (desde 1950 se ostenta en su punta una
gigantesca antena de televisión), pero aumentó considerablemente la altura del
edificio hasta lograr los 102 pisos y los 1250 pies (381 metros ) de altura,
superando con amplia ventaja al Edificio Chrysler, asegurándole al Empire
State el título del edificio más alto del mundo durante
cuarenta años creando no sólo un record, sino la construcción de un ícono que
acaparará la atención de propios y extraños, acentuado, por supuesto, por el
cine y los medios de comunicación que le siguieron.
Diseño final del Empire State Building, presentado en enero de 1930. Foto: Anónimo. |
Pero los 102 pisos del Empire State son simbólicos: el
rascacielos sólo tiene 86 pisos habitables (incluyendo los dos pisos de sótano)
y después de éste surge una estructura escalonada de tres pisos que no tiene ningún uso, salvo el piso 87 que
desde 1960 se usa como torre de control del paso de los aviones. El interior de
torre de amarre para dirigibles en realidad es hueco: una estructura de acero
sin ningún entrepiso que equivale a 14 pisos más y el único piso utilizable es
el 102 donde se encuentra la segunda sala de observación. Hay un piso 103 que
es la antigua plataforma destinada al desembarque de los viajeros de los
dirigibles que nunca tuvo uso, y que desde 2011 sólo se abre exclusivamente a
celebridades.
Una vez que las autoridades de la ciudad dan el visto
bueno al proyecto y es aprobado, en octubre de 1929 comienza la demolición del
viejo hotel Waldorf-Astoria que concluye en enero de 1930. En esa misma fecha se
presenta al público el diseño final del Empire State Building.
BIBLIOGRAFÍA.
- Reynolds,
Donald M. The Architecture of New York
City. New York. McMillan Publishing Company. 1984. Págs. 240-244.
- Gretchen G.
Bank. "Master Buildier,
SKYSCRAPERS". San Diego, Thunder Bay Press, 2008. Pág. 21.
- Conti, Favio. El
Símbolo de la Ciudad
de Nueva York. En Las Maravillas del
Mundo. Enciclopedia Salvat del Universo Monumental. Volumen 6. Tema. El Empire State Building. España. Salvat
Editores. 1985. Págs. 646-647).
- Goldman,
Jonathan. The Empire State Building
Book. New York, St. Martin Press, 1980. Págs. 26-33.
- Stern, Robert
A.M. Gilmartin, Gregory. Mellins, Thomas. "New
York 1930. Architecture and Urbanism between the Two World Wars". Nueva York. Rizzoli. 1987. Pág.
612.
No hay comentarios:
Publicar un comentario