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jueves, 18 de octubre de 2012

1902. El Edificio Flatiron, la plancha que vino de Chicago




Uno de los rascacielos más memorables de la ciudad de Nueva York, es sin duda el Edificio Flatiron, que al ser terminado en 1902, se considera uno de los íconos de los rascacielos neoyorquinos de principios del Siglo XX.

El Fuller Building
Ideado por el empresario George Fuller, el edificio, originalmente conocido como el Edificio Fuller fue construido por el célebre arquitecto de Chicago Daniel H. Burnham, de ahí que el título de este artículo haga referencia de la ciudad del medio oeste americano, ya que Burnham es uno de los gurus, junto con Louis Sullivan y Frank Lloyd Wright que revolucionaron la arquitectura americana con la Escuela de Chicago. Curiosamente algunos especialistas, historiadores e incluso en muchas guías turísticas consideran al Flatiron como el primer rascacielos de la ciudad, pero por lo que hemos visto se refuta esa afirmación. Para 1902 había ya una cincuentena de edificios mayores de 10 plantas, y en ese entonces el récord en altura lo ostentaba el edificio Park Row con 30 pisos.


Una vista de las obras de construcción del
Edificio Flatiron después de una copiosa
lluva de verano. La foto fue tomada desde
el Madison Square Park. Nótese los
elegantes carruajes que pasean sobre la
Quinta Avenida. Junio de 1901.
Foto tomada del libro de Paul Goldberg
The Skyscraper (New York. Alfred A.
Knopf. 1981).
La Plancha Con 20 pisos y 91 metros de altura el Flatiron recibe su nombre de la forma de la parcela donde se encuentra levantado, que tiene forma triangular, y si lo ven desde el nivel de la calle, su forma asemeja a la de la base de una plancha de acero.

Así, en un curioso libro que encontré hace unos meses en una librería de viejo, que se llama Las Maravillas del Mundo y del Hombre y que data aproximadamente de 1910 (se deduce porque sitúa del Metropolitan Life Tower como el edificio más alto del mundo, hablan del desaparecido Singer Building como una proeza arquitectónica y porque no mencionan al Woolworth porque todavía no se construía), un autor llamado George Wharton James, hace una hermosa interpretación de su experiencia al viajar a Nueva York en esa época y describe con todo lujo de detalles al edificio Flatiron que bien vale la pena reproducir en este artículo. La razón es porque primero explica el porqué de la forma del rascacielos (Todas las citas que están entre paréntesis y en cursivas son mías):

El  Flatiron en construcción en julio de 1901.
Cuando se tomó esta foto, el Flatiron dominaba
el panorama y empequeñecía notablemente
a los edificios vecinos. Foto del libro
de Eric. P. Nash, “Manhattan
Skyscrapers” 
(New York. Princeton
Architectural  Press. 1998).
"La Quinta Avenida y Broadway no son calles paralelas, aunque discurren al Norte y al Sur: cruzándose en este punto forman una pequeña X. La mitad septentrional de esta X que es, naturalmente, una V, está desocupada y convertida en espacio libre (Madison Square), abriendo paso de esta suerte y ensanchando a la vez a Broadway y a la Quinta Avenida. Pero la mitad meridional de esta X, la V invertida, pertenecía a un propietario (George Fuller) que determinó erigir en ella una gran construcción para oficinas que llevase consigo su reclamo por su forma peculiar. Tal es el verdadero origen de 'La Plancha' (Flatiron). A pesar de su aspecto raro, es uno de los mejores y más útiles edificios de oficinas de aquella ciudad. La 'Nariz' (la forma curva del edificio mirando hacia la Quinta Avenida) de la estructura es de pocos pies, y aun en la calle Vigésima (sic) sólo permite ocho ventanas de tamaño ordinario. 


Una fotografía interesante del nuevo Edificio
Flatiron de Daniel H. Burnam poco
después de su inauguración en junio de 1902.
Es de notar que el Flatiron con sus 90 metros
y 20 pisos de alto fue el primer rascacielos
de oficinas de la zona centro de Manhattan
e inició la lenta marcha de los negocios
hacia Midtown. Fuente de la foto pendiente.
"Tiene veinte pisos de altura y mide desde el pavimento hasta la cornisa 286 pies (alrededor de 90 metros). Su singularidad y su aislamiento exageran su empinada altura; parece menospreciar con insolente superioridad a ciertos bellos edificios que, al ser erigidos largo tiempo después. estimáronse triunfos arquitectónicos" (Warton James, George. La Plancha. En Las Maravillas del Mundo y del Hombre. Tomo 3. Barcelona, España. Editorial Ibérica-Imprenta de Eduardo Domenech. Circa 1910-12. Pág. 9).

Maravilla del Beaux-Arts
El rascacielos presenta una fachada que nos remonta al diseño de los palacios de la Florencia de los Medicis con sus elementos decorativos como querubines y motivos botánicos tallados en la piedra caliza, sus arcos, balaustradas, cornisas, y la forma curva de la "nariz" que la hace ver como la proa de un barco a punto de zarpar. 


Otra toma del Flatiron desde la Quinta Avenida
y la Calle 26. Julio de 1902. Foto del libro de
Andreas Feininger y Susan Elizabeth Lyman,
The Face of New York (New York, Crown Publishers,1955).
Estos elementos arquitectónicos entran dentro de los cánones del estilo "Beaux-Arts" que imperaba la arquitectura estadounidense en esos años, y en donde es uno de los máximos ejemplos de las aportaciones de la Escuela de Chicago en nombre de Daniel H. Burnham a la arquitectura neoyorquina de principios del Siglo XX.

23 Skidoo, la esquina de los mirones

Otra curiosidad del Flatiron es su forma (Burnhan, sin querer, diseñó un rascacielos con diseño aerodinámico) provoca fuertes corrientes de aire llamado "efecto túnel" (la misma que es utilizada para las pruebas de aviones y automóviles, y que es muy común en edificios muy altos), en donde el aire es empujado con violencia hacia arriba, y que llegan a ser molestas para los transeúntes, especialmente en las mujeres que llevan faldas. 


23 Skidoo. La imagen dice más que
mil palabras... Postal de 1906.
Pero era más curioso, en la época cuando se inauguró y en contexto de la doble moral victoriana ver a muchísimos caballeros en la acera del rascacielos que morbosamente esperaban el momento en que una dama pasara para que las corrientes de aire levantaran los voluptuosos vestidos y se pudiera ver los tobillos y un poco más de la delicada anatomía femenina de la época. 

Era una época que para nosotros parece muy inocente, ya que las faldas se elevaban a lo máximo arriba del tobillo, pero que en esa época era una falta grave a la moral, por lo que la policía no dudaba en quitar a los morbosos de la acera de la calle 23 o arrestarlos. 

De ahí se deriva una famosa frase que es símbolo de burla de aficionados de encuentros deportivos hacia equipos contrarios: "23 Skidoo" (Lárgate de la Calle 23). (Edificio Flatiron. De Wikipedia, La Enciclopedia Libre. 2011. Link: http://es.wikipedia.org/wiki/Edificio_Flatiron).



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