viernes, 24 de mayo de 2019

LA CIUDAD DE NUEVA YORK EN 1943



Por: Erick Alvarez.

Para 1943, las primeras victorias de los Estados Unidos y sus aliados tanto en las costas del pacífico como en el frente europeo, giraron el curso de la Segunda Guerra Mundial a favor de la causa aliada en ambos frentes, especialmente después del descalabro nazi en territorio soviético. 

Mientras tanto, en el continente americano, la guerra ha impulsado el panamericanismo, un movimiento que exaltaba lo mejor de los valores culturales y fomentaba el amor por la patria y la unión de los países del continente, especialmente los de Latinoamérica que se identificaban ideológicamente con los Estados Unidos y que más bien fue parte de la propaganda bélica estadounidense para mantener la protección de sus intereses políticos y económicos dentro de América Latina. Este movimiento será la semilla que daría origen a la Organización de Estados Americanos, y uno de los pilares fundacionales del movimiento político que culminará con la creación de la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U).

En ese contexto se ubica el Nueva York de 1943, una ciudad que mostraba el contraste de un estado de emergencia permanente, dada las amenazas propias de la guerra, y el romanticismo de ver a los soldados y marineros esperando el tren en las estaciones Pennsylvania y Grand Central o paseando con sus chicas en el corazón de Times Square. La actividad de construcción de edificios de oficinas en el sector privado se mantenía paralizada por la emergencia de la guerra y la escases de materiales de construcción tanto por las secuelas de la Gran Depresión de los años treinta como por el desvío de la materia prima para priorizar las necesidades de la guerra. Sin embargo, la construcción civil se mantenía, aunque a escala  baja, especialmente enfocada en la construcción de carreteras y conjuntos habitacionales.